Verano en la ciudad con mucho estilo

 

1 No te aprietes

Hay pocas cosas tan incómodas como usar ropa ajustada cuando el asfalto quema. Vestidos y polleras etéreos son un comodín para moverse con libertad. Este verano, los encontramos con un sinfín de estampados o en colores plenos para las más conservadoras. Si son de colores claros no olvidemos el detalle de la ropa interior. Que también sea clara, en lo posible nude, para que no resalte por debajo de las prendas.

 

2 Pantacourts

Un corte que se popularizó en las el últimas temporadas y se mantiene. Dejar los tobillos al aire es una manera de mantenerse fresca sin perder la elegancia sobre todo cuando tenemos alguna reunión o evento más formal.

 

3 Géneros amigos

Lino, seda, algodón. Evitar géneros picosos, lanas gruesas, cuellos cerrados. Ojo con las prendas de hilo que ante la más mínima transpiración dejan visible la aureola que todas detestamos. Un total look de lino es la propuesta más fuerte para enfrentar un día de más de 30°, al que se arruga Dios lo ayuda.

 

4 Hidratada

Cambia la cartera mini por un bolso en donde puedas llevar una botella de agua. Ningún outfit queda bien si tenemos la piel resquebrajada. Además es la regla número uno para no desplomarse por la calle o en transportes públicos.

 

5 Pecho cubierto

Afuera calor, adentro frío. Es lo que suele pasar en verano cuando los aires acondicionados nos ponen la piel de gallina cada vez que entramos a un taxi, shopping, local, café, oficina, etc. Llevar un pañuelo de seda es la solución para sacar y poner a gusto y no terminar en cama (casi siempre para el fin de semana).